El coronavirus ha alterado el normal comportamiento de los precios de los inmuebles. En general el confinamiento redujo la productividad de la industria española, con ella bajaron las ventas y con ella los beneficios. El parón económico del confinamiento afectó demasiado a los pequeños empresarios y a los autónomos, disminuyendo sus ingresos.
En este escenario de falta de liquidez los precios se estancan e incluso bajan para la primera vivienda y más todavía para la segunda vivienda.
Las zonas de chalets como La Eliana, Calicanto, Gilet, Bétera, Náquera, La Cañada o La Pobla de Vallbona han bajado de precio sustancialmente entre el 6 y el 9% desde el inicio de la pandemia.
Por otro lado los apartamentos en las playas de Cullera, El Perelló, Port Saplaya, La Patacona, El Puig o la Pobla de Farnals, también han bajado considerablemente salvo los que disponen de vistas rectas al mar que han mantenido el tipo. Sin duda ver el mar es el mejor activo con el que cuentan los inmuebles de la costa.
Las Tasaciones reflejan una bajada generalizada del valor de los inmuebles pero no se puede saber que va a suceder en los próximos meses.